La bioconstrucción aprovecha los materiales naturales disponibles en la zona, o procedentes de lugares cercanos, en pos de minimizar la huella ambiental, energética y económica. Pero ¿qué ocurre cuando faltan algunos ingredientes? ¿Se pueden conseguir llamando por teléfono o pedirlos vía internet? De eso se trata esta nota, de esos espacios soñados que llamamos BIOCORRALONES.
Aunque todavía son pocos los espacios que nos invitan a imaginar un futuro en el que la búsqueda de insumos sea una tarea resuelta, desde la Red Protierra encaramos el relevamiento de estos primeros emprendimientos, para comenzar a vislumbrar un mapa federal de proveedores de insumos regionales.
Arranquemos contando la experiencia de los “Hombre de Barro”, que desde Villa General Belgrano, Córdoba, trabajan en su Laboratorio de materiales/ Biocorralón / Espacio de prácticas de obra. Aquí nos cuentan el trabajo que hay detrás de cada producto disponible:
– Arcilla molida es el “componente ligante” disponible en bolsas de 40kg. La materia prima, extraída de una planicie sedimentaria natural, es llevada a molienda y luego introducida en una zaranda rotativa con malla 30-80 luego de lo cual se obtiene un material de grano fino con un tamaño máximo de partículas de 600 micrómetros.
– Micro fibra vegetal en bolsas de 8kg. El estiércol de caballo constituye la materia prima, al aprovechar el proceso vital de alimentación del animal se obtiene una fibra vegetal molida (los tallos, hojas y pastos) por la acción del masticado. El producto es una micro fibra de 4 a 8 mm de largo. Este material se obtiene de caballerizas, se seca al sol, se limpia de piedras o elementos que no sean fibra, y se lo somete a un proceso de molienda. Incorporados a mezclas para revoque fino, los 8kg del envasado tiene un rendimiento de 45 m2.
– Revoques deshidratados. Con una mezcla de 2 partes de arcilla y 1 parte de fibra (estiércol de caballo), se inicia el proceso de putrefacción con agua durante 6 días. La composición de la mezcla por pesos es: estiércol de caballo molido 1kg, arcilla molida 18 kg y 10 litros de agua de penca. Se obtiene una muestra sólida llamada Base de arcilla/fibra, lo que constituye el elemento ligante para la fabricación de distintas opciones de revoques. Para utilizarlo se tomaron 560 g de la mezcla, conformando 1 parte, y se la mezcló con 3 partes de arena, y 1,25 partes de agua. La mezcla se aplicó con llana sobre una pared de ladrillos, “planchándola” en una capa de entre 2 y 4 mm, con un rendimiento de 0,30 m2. De los datos de prueba se establece que para 1 m2 de revoque fino es necesario 1,86 kg de base arcilla/fibra.
– Muro de Hormigón de viruta/arcilla. La dosificación óptima desarrollada consiste en 2 partes de viruta de madera y 1 parte de arcilla, mezcladas con 1,3 partes de agua. Se obtiene una mezcla húmeda hasta el punto de que todas las virutas queden pintadas o impregnadas con la arcilla, sin llegar a despedir agua. Se vuelca dentro de un encofrado construido con placa de compensado fenólico de 10 mm, permitiendo realizar planos de doble curvatura. La carga se aplasta levemente con una llana. El tiempo de secado ronda las 4 semanas en espesores de 40 cm en muros, aunque el desencofrado puede hacerse en 3 o 4 días. Como resultado se obtiene un consumo por m3 de 830 kg de arcilla molida, 180 kg de viruta de aserradero, 460 lts de agua a la que se le incorpora sales (18 kg entre bórax y ácido bórico, “Pentaborato”) a modo de protección contra insectos. Su densidad es de 1.150 kg/m3. Su uso puede ser mobiliario o como envolvente.
Mas info en https://www.hombredebarro.com/
El siguiente emprendimiento, “Hornerotec, construcciones sustentables”, con sede en Mendoza, está comprometido con la nueva era de la construcción, su búsqueda asocia tecnología y naturaleza concentrándose en dos ejes: materiales y construcción. La idea es brindar calidad, sustentabilidad y sencillez, y para esto ofrecen productos y servicios, para particulares o profesionales, que van desde la ejecución del proyecto completo, hasta la opción de construcción parcial o la compra de materiales a granel.
La propuesta arquitectónica de Hornerotec es un sistema constructivo, es decir, está ordenada en su ejecución y calculada en su estructura para zonas sísmicas, en base a reglamentos nacionales. Funciona con el principio estructural de pórticos, constituidos por 2 columnas principales vinculadas a vigas y ancladas en las fundaciones. Los vanos entre columnas se ocupan con una repetición de módulos entramados de madera donde se incorporan los “Super Fardos”. Se trata de bloques de 100×50 cm de paja de cereal comprimida, en espesores de 21 o 15 cm para muros y techos, respectivamente, que garantizan un envolvente continuo. Luego le sigue un envarillado sobre el que se asientan los revoques gruesos y finos, que terminan por conformar un sistema adaptable a distintas volumetrías.
Poder ofrecer un Sistema de fácil montaje es resultado del esfuerzo y la experiencia de Fabio y Bertrand, los integrantes de Hornerotec. La sistematización de su experiencia permite la tercerización de la obra, que requiere mano de obra especializada en carpintería y albañiles con experiencia en revoque y terminaciones “convencionales”.
Además de trabajar con productos y sistemas de comprobado desempeño, los Hornerotec apuestan a la mejora continua y la innovación, en pos de aumentar la eficiencia hasta aquí lograda, tanto de los productos como en los procesos.
Su panel de soluciones sustentables adaptadas está disponible, sus propuestas de organización y planificación de obra proyectan 5 meses de trabajo para completar una vivienda de 130 m2.
Más info: @hornero_tec https://hornerotec.com/
El “Biocorralón Geo” se encuentra en Luyaba, Departamento de San Javier, Córdoba, se inició con la necesidad propia del estudio de bioarquitectura con el que trabaja, su experiencia como restaurador y sus años de vida en el valle de Traslasierra, lo ayudaron a conocer paisajes, materiales, proveedores y adoberos. En una entrevista del canal “De Lanús a las Sierras” el peruano, restaurador de oficio, Wiliam Cárdenas Ventura, arranca reconociendo que, independientemente de la técnica constructiva, “el talón de Aquiles de la bioconstrucción son las terminaciones, acabados, revoques…” Su oferta es polirubro, en su salón de venta pueden apreciarse desde premezclas de revoques gruesos y finos pigmentados para revoques a base de cal y marmolina, distintos áridos, piedras y fibras fraccionadas, bachas para lavabos, muestrario de muebles y aberturas con distintas maderas y acabados, maquetas de proyectos construidos, baldosas para pisos de tierra cruda prensada, hasta plantas para techos vivos etc. También en el generoso paseo por su salón de ventas, Wiliam detalla algunos secretos sobre los adobes y otros elementos arquitectónicos que ahí mismo fabrican.
El crecimiento de la Bioconstrucción es un fenómeno que no escapa a la atención de Cárdenas, reconoce trabajar junto a unas 65 personas en varios rubros de la construcción, y dedica parte de su esfuerzo en surtir al Biocorralón con la más amplia disponibilidad de soluciones para este tipo de obras, no sólo por el negocio que implica y el bajo impacto ambiental. Wiliam es consciente de que la falta de materiales es una limitante y, al igual que los demás oferentes, tiene ganas de compartir su conocimiento de años de prueba y error para facilitar la formación de la mano de obra especializada en Bioarquitectura, y que los constructores tengan alternativas, conozcan sus aplicaciones y se vayan con los temas resueltos. Para el futuro el Biocorralón Geo se propone asociarse a otros actores para encarar procesos de validación de algunos de sus productos.
Mas info: @geo.biomateriales
Alejandro Sosa es un adobero con experiencia, vive en La Guarida, Departamento de San Javier, Córdoba, desde donde nos cuenta que se dedica a fabricar adobes y también vende tierra arcillosa. Hace tres tipos de mampuesto crudo: 40x18x9 – 30x20x6.5 y 27x14x5.5 cm.
También nos explica cómo trabaja “Al adobe le ponemos tierra arcillosa, abono de caballo con aserrín de las camas y paja picada. Esa es la mezcla con la que hacemos el barro que vamos moviendo todos los días.
Estoy por hacer también un adobe de 30 por 30, que es cuadrado, porque así me lo han pedido” nos comenta.
También Alejandro trabaja junto a su hijo con piezas de barro cocido para bases, y tejuelas para piso: Rombito, 20×20 y 28×15 cm, todas de 4 cm de altura.
Contacto +549 35 4459 2762
Estos son entonces algunos de los primeros oferentes de materiales y productos que pudimos relevar. La idea es entonces continuar contactándonos con experiencias similares, así que quedamos pendientes desde la Red Protierra de la información que puedan suministrarnos. El correo a donde contarnos es el de la comisión de materiales materiales@redprotierra.com.ar Gracias desde ya!
Buenos días soy Diego Álvarez de Resistencia Chaco.. intentando siempre con la bioconstrucción por estos lados… Es muy bueno lo que ustedes hacen me interesaría iniciar con algo así… Como podría empezar.