El siguiente es un trabajo del integrante de la Red Protierra Luis Eduardo Canavesi titulado “Aplicación de un modelo matemático para la determinación de la conductividad térmica en materiales de tierra. Comparación entre los resultados de ensayos de laboratorio con los calculados en una quincha hipotética”
Extraemos algunos fragmentos que ilustran su contenido:
Las Normas IRAM de acondicionamiento ambiental están redactadas para un régimen de calor estacionario sin tener en cuenta la amortiguación de las ondas térmicas exteriores. Reducir la densidad aparente de un cerramiento disminuye su conductividad térmica y permite cumplir con esas Normas con muros exteriores de menor espesor.
Aplicar un modelo matemático supone un ahorro de recursos destinados a ensayos de laboratorio. En base a los resultados obtenidos aplicando el Modelo matemático de Mosquera Arancibia, y a los ensayos de laboratorio en el INTI y a las pruebas de campo realizadas por Guadalupe Cuitiño, et al, los resultados de los ensayos de comportamiento térmico efectuados en la quincha de Uspallata, demuestran el grado de amortiguación de las ondas térmicas en muros con baja densidad aparente. Si en el análisis se considera la sismorresistencia, tampoco hay dudas de que un elemento más liviano generará menores cargas de inercia que uno con mayor masa.
Sería procedente y prolífica una línea de investigación que pase por desarrollar cerramientos de baja densidad (ρ), significativamente más livianos que los “tradicionales”, y con mayor calor específico (Cp), a los fines de optimizar la difusividad (α).
TRABAJO COMPLETO:
VERIFICACION-DE-QUINCHA-USPALLATA-2