Desde la Comisión de Difusión de la Red Protierra Argentina continuamos con este ciclo que tiene por objetivo visibilizar interna y externamente a los integrantes, así como sus trayectorias profesionales. En esta entrega conoceremos a Giuseppe «el tano» Mingolla, actual coordinador, elegido en el encuentro anual de la red realizado en diciembre de 2019 en Humahuaca, provincia de Jujuy.
– Hola Giuseppe, para empezar, contanos de dónde sos y dónde vivís actualmente
– Hola, nací en Italia, pero hace 15 años que me radiqué en Argentina, vivo en Paraná, provincia de Entre Ríos.
– ¿Y cuál es tu formación y ámbito laboral?
– Me formé en Italia como Técnico geómetra y luego como restaurador de edificios antiguos, es decir bajo protección del Ministerio de Bienes Culturales del Estado Italiano.
Actualmente me ocupo y preocupo de las bioconstrucciones, a partir de un enfoque basado en la complejidad de la construcción social, sustentable y sostenible de los hábitats.
Co-participo en proyectos y actividades a través de sinergias con la fundación Ecourbano de la ciudad de Paraná, con la Universidad Tecnológica Nacional (FRP y FRSF), con la Asociación Civil Gasetí Gazún de la ciudad de Rosario del Tala (Entre Ríos) y con la red de organizaciones sociales y comunitarias “Los cuidadores de la casa común” en la provincia de Entre Ríos.
– ¿Qué implica tu nuevo rol en la Red Protierra Argentina?
– Ser el coordinador general de la Red Protierra implica trabajar en equipo con los coordinadores de las cinco comisiones que están funcionando desde la reunión de Humahuaca.
– ¿Cómo se organizan para trabajar?
– Hacemos reuniones mensuales en formato virtual para ver el avance de los objetivos propuestos por cada comisión, saber en qué se está trabajando, compartir logros y dificultades y entre todxs buscarle la vuelta. Cuando hace falta nos comunicamos por video llamada o por grupo de whatsapp.
– ¿Cuál es tu visión como bioconstructor y como coordinador de esta red?
Mi intención es analizar y promover modelos de hábitats que respondan a las necesidades humanas en condiciones saludables, sostenibles e integradoras. En este sentido, asumo que se deben impulsar procesos orientados a la reflexión crítica desde una mirada latinoamericana, que cuestionen la racionalidad económica y homogeneizadora dominante, que posibiliten a las diversas comunidades legitimar sus saberes, ponerlos en común, producir, auto gestionar y decidir autónomamente.
Hay cuestiones fundamentales que la racionalidad instrumental no tiene en cuenta cuando habla del desarrollo sustentable; y esas cuestiones no contempladas son las que quisiera promover. Para la construcción de la sustentabilidad tal como la entiendo, y a la que apunta mi accionar, se plantea la necesidad de una nueva ética del desarrollo.
– Para cerrar, ¿podrías dejarnos una frase que te inspire?
Sí una frase de Paulo Freire: «Los hombres se humanizan, trabajando juntos para hacer del mundo, cada vez más, la mediación de conciencias que cobran existencia común en libertad. A los que construyen juntos el mundo humano compete asumir la responsabilidad de darle dirección. Decir su palabra equivale a asumir conscientemente, como trabajador, la función de sujeto de su historia, en colaboración con los demás trabajadores: el pueblo»
– Gracias.
Un gran padre, un gran amigo, un gran profesional y un excelente ser. Gracias Tano, un fuerte abrazo.